Yo, salamandra.

 

Suelo ser con la mitología,
Asociado a la fantasía,
Ligado al elemento fuego en la antigüedad, yo ardía,
Asegurando ser capaz de apagarlo sin brujería,
Moviéndome y pasando sobre él, yo me atrevía,
Al ser un animal frío por biología,
Nacido en Europa y sus cercanías,
Dicen puedo envenenar los pozos de agua donde caía,
Rápida y letalmente podía secar un árbol frutal si lo olía,
Aseverando ser capaz de emponzoñar y matar sin cobardía.

Si pierdo alguna parte de mi cuerpo,
Activo mi capacidad de regeneración como anticuerpo.
Libero pequeñas cantidades de sustancias tóxicas de mi cuerpo,
Advirtiendo con mis colores y diseños, el peligro que puedes estar corriendo,
Manchas variadas amarillas sobre mi piel negra yo tengo,
Algunas muy intensas que pueden llegar a cubrir la totalidad de mi cuerpo.
Nazco dentro del agua fresca,
Desde donde me arrastro hasta llegar a tierras frescas,
Refugiándome bajo la hojarasca, troncos de árboles caídos y bajo piedras,
Aunque soy de hábitos nocturnos, me activo de día si la temperatura es fresca.

Salmónidos y cangrejos rojos,
Americanos ambos, han sido introducidos por antojos,
Logrando amenazar a nuestra especie en desalojo,
Aunado a la destrucción de nuestro hábitat, yo me enojo,
Matando y fragmentando nuestras poblaciones a su antojo,
Amenazando nuestra existencia yo me enojo,
Nadando en arroyos y aguas limpias, me mojo,
Donde nuestras larvas se desarrollan en remojo,
Rumanía, Polonia e Italia es donde me alojo,
Alemania, Portugal y Grecia, también me dan acojo.

Autor: Diana Torres G. (2020)

@escritora_diana_torresg

Dibujo de @malexmejia87 (2020)