La celebración nació por iniciativa de los seguidores de un gato "presidencial", Socks, la mascota de la hija de Bill Clinton, que convivió con ellos durante todo el tiempo que vivieron en la Casa Blanca y que se convirtió en una estrella mediática, hasta el punto de que el propio presidente solicitó a los reporteros gráficos que dejarán de atosigarlo.
El gato siguió contando con infinidad de seguidores, quienes, tras enterarse de que se le había practicado una eutanasia debido a su deterioro físico causado por un cáncer el día 20 de febrero, decidieron rendirle tributo cada año a partir de 2001 y declararon esa fecha como Día Internacional del Gato.
Fotografía de @escritora_diana_torresg (2020)
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